lunes, 1 de septiembre de 2014

TEATRO- “ DON JUAN Y FAUSTO”

De Christian Dietrich Grabbe. Elenco: Nicolás Balcone, Ariel Leyra, Zuleika Esnal, Emiliano Carrazzone, Fernando Iglesias, Alejandro Mazza, Eva Matarazzo, Esteban Maggio, Laura Serial. Puesta en escena y dirección: Daniel Suárez Marzal y Gonzalo E. Villanueva.
Palacio Barolo- Avenida de Mayo 1370, Domingos 20 horas.


“Don Juan y Fausto”, del alemán Christian Dietrich Grabbe (1801-1836), narra el encuentro de estos dos personajes míticos, referentes de la cultura latina y germánica, y su enfrentamiento por la misma mujer, Doña Ana, síntesis de la femineidad y el deseo.
La acción transcurre en Roma, adonde Don Juan viajó acompañado por su fiel sirviente Leporello, en busca de aventuras y con el objetivo de conquistar a doña Ana, quien pronto se casará con Octavio.

Al mismo tiempo, Fausto invoca al Demonio en la figura del Caballero para consultarle por el fin último de las cosas, quien se lo resume en el Amor, encarnado en esa misma mujer. Es así como Fausto pergeña una estrategia para correr de su camino a Don Juan, raptar a Doña Ana y llevarla a su castillo en la cumbre del Montblanc. Hasta allí irá Don Juan para enfrentarse con Fausto.

Ante la negativa de Doña Ana a acceder al amor de Fausto, éste la asesina. En el último enfrentamiento entre los dos personajes principales, el triunfador será el Caballero, quien poseerá finalmente sus almas y se declarará victorioso por sobre el egoísmo y la arrogancia humanas.

La obra fue montada por primera vez en Hispanoamérica en 2013 por esta misma compañía y constituye un hito destacable de la dramaturgia, ya que convoca a dos personajes universales de la literatura y el teatro. Este hecho de intertextualidad, habitual en tiempos posmodernos, presenta momentos de gran originalidad.

Sólido elenco y una precisa puesta que aprovecha todas las posibilidades del sótano del Barolo. Nada mejor que las entrañas de este edificio inspirado en la Divina Comedia del Dante, con inscripciones en sus columnas y cúpulas que nos recuerdan el infierno, el purgatorio y el paraíso.

Quien obra mal en su vida, termina mal, como aquellos que desafían y pactan por su alma con la banalidad y la ambición, ya sea de dinero, poder, mujeres o eterna juventud. En el final entra en escena la inexorable muerte como tema recurrente, tan antiguo y siempre actual.

Tarde o temprano llega el castigo, que no es humano, sino celestial. O para decirlo según la sabiduría popular: Quién mal anda, mal acaba.

ALBERTO DI NARDO


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